lunes, 26 de enero de 2009

¿Por qué los flacos nunca engordan?

¿Y por qué a los gordos les cuesta tanto adelgazar? Un experimento de la BBC intenta responder a estas preguntas.
A pesar de que la ciencia parece estar "obsesionada" con la obesidad, hay muchas preguntas que hasta ahora no se han logrado responder.

¿Por qué, por ejemplo, algunas personas parecen estar siempre comiendo lo que quieren y no aumentan de peso?
¿Y por qué otros individuos viven constantemente a dieta y no pueden bajar de peso?

Un experimento llevado a cabo en la BBC para el programa de documentales "Horizon" reclutó a 10 voluntarios para intentar responder a estas preguntas.
Los 10 individuos -todos delgados y que nunca habían estado a dieta- pasaron cuatro semanas devorando toda la pizza, papas fritas, helado y chocolate que quisieran.
A la vez se les dijo que no hicieran ningún tipo de ejercicio y que caminaran lo menos posible.
Durante las 4 semanas del estudio los voluntarios tenían que duplicar la cantidad de calorías diarias que consumían usualmente, que variaban de 3.500 en las mujeres a 5.000 en los hombres.

El experimento fue vigilado por el doctor Rudy Leibel, especialista de la Universidad de Columbia en Nueva York.
El científico cree que todos tenemos un peso natural biológicamente determinado y que nuestro cuerpo lleva a cabo todo tipo de esfuerzos para mantenerse en ese peso, seamos delgados o gordos.
"El organismo constantemente tiende a tratar de que regresemos al peso corporal normal que nos corresponde" afirma el especialisto.
Pero, agrega, hay otros factores que también influyen en el peso de una persona.
"50% se debe a nuestros genes y el otro 50% probablemente se debe al medio ambiente", dice.
"Si una persona tiene el gen de la enfermedad de Huntington -explica- padecerá la enfermedad en el 100% de su tiempo. Pero éste ciertamente no es el caso con la obesidad".

Resistencia a la glotonería
El experimento fue más fácil para unos voluntarios que para otros.
Los acostumbrados a llevar a cabo ejercicio físico o practicar deportes encontraron muy difícil la limitación impuesta en su esfuerzo físico.
"Comer mucho fue muy fácil ya que estoy acostumbrado a comer más de lo normal cuando me preparo para una carrera" dice Thomas Patel-Campbell, un entusiasta deportista que participó en el estudio.

"Fui uno de sólo dos voluntarios que no nos enfermamos durante todo el experimento. Pero lo que fue muy difícil fue limitarme a sólo 5.000 pasos al día", expresa.
El menú típico de los participantes consistía principalmente en postres, tentempiés, papas fritas con alto contenido de grasa, guisos grasos, etc.
Muchos participantes, sin embargo, no pudieron mantener esta glotonería y todas las semanas vomitaban.

Y a dos voluntarios les fue imposible consumir la cuota de calorías que se les asignó cada día.
Hambre presistente
Después de cuatro semanas, los voluntarios habían subido entre 3,5 y 5,5 kilos.
De los dos que no cumplieron su cuota, uno aumentó sólo medio kilo. Y el otro experimentó una disminución ligera en su grasa corporal, a pesar de haber aumentado 5,7 kilos.
Estos resultados, dicen los expertos, demuestran las distintas formas en que el cuerpo humano puede comportarse cuando se le enfrenta con un exceso de calorías.
Gen asociado a la obesidad

La respuesta podría estar en nuestros genes. En específico en el llamado gen FTO, el primer gen asociado a la obesidad.
Estudios en el pasado han revelado que los adultos que tienen una variante de este gen pesan en promedio más que los que no la tienen.
Además, el FTO puede influir en el apetito, lo que hace que la gente no sepa cuando tiene el estómago lleno.

Por otra parte, la gente que no tiene esta variante encuentra más sencillo resistirse a la comida.
El doctor Leibel cree que en algunas personas, como las que no pudieron cumplir su cuota de calorías, el apetito casi no fluctúa, aunque quieran comer más o se les ordene que lo hagan.
"Hay que pensar que es una especie de termostato y que cada persona tiene un punto fijo marcado" explica el doctor Liebel.

"Cuando el peso se reduce debajo de ese punto, el cuerpo se esforzará para recuperar el peso que ha perdido", agrega.
Y aunque el exceso de calorías puede provocar en mucha gente un aumento de la grasa corporal y por lo tanto de peso, su apariencia no parece alterarse.
Esto ocurre porque en lugar de grasa, el peso se incrementa en el músculo a medida que la tasa metabólica de la persona aumenta.

Tal como afirma la doctora Carel le Roux, otra especialista que vigiló el estudio, ésta es otra razón por la que mucha gente no parece engordar a pesar de comer mucho.
"Los estudios han demostrado que esta tendencia de aumentar músculo y no grasa cuando comemos en exceso está genéticamente determinada", explica.
Y así, gracias a sus genes, cuando el experimento terminó los voluntarios pudieron volver a su peso normal sin dificultad y sin llevar a cabo dietas o regímenes estrictos.

Vitamina D para mejorar la mente

La "vitamina del sol" puede postergar el deterioro mental que acompaña a la vejez, descubre un estudio.

La vitamina D, que se encuentra en el pescado y que el cuerpo produce con la exposición al sol, puede ayudar a postergar el deterioro mental que acompaña a la vejez.
Ésa es la conclusión de un estudio llevado a cabo por científicos británicos y estadounidenses, con 2.000 adultos de 65 años y más.

Los científicos señalan en el "Journal of Geriatric Psychology and Neurology"
(Revista de Psicología y Neurología Geriátrica) que la importancia de este hallazgo es que por primera vez se logra vincular a ambos factores.

Los investigadores descubrieron que los ancianos con los menores niveles de vitamina D mostraron el doble de riesgo de tener deterioro cognitivo que los que tenían los niveles más altos.
Los investigadores -de la Facultad de Medicina Peninsula (de las universidades de Exeter y Plymouth) y la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, y la Universidad de Michigan, en Estados Unidos- analizaron los datos de los ancianos que participaron en el Sondeo de Salud en Inglaterra en el año 2000.

Como parte de ese sondeo se analizaron las funciones cognitivas de los participantes, con pruebas de atención, orientación en el tiempo y espacio y memoria.
Se encontró que poco más de 200 participantes tenían impedimentos cognitivos importantes.
Menos vitamina, más impedimentos
El nuevo estudio, que analizó las capacidades cognitivas y de comprensión, demostró que a medida que disminuían los niveles de vitamina D, aumentaban los niveles de impedimentos cognitivos.

Además, los investigadores lograron por primera vez establecer un vínculo entre las funciones cognitivas y la demencia.
Es decir, la gente con deterioro en sus funciones cognitivas mostró más probabilidades de desarrollar demencia.
"Éste es el primer estudio a gran escala que logra identificar una relación entre la vitamina D y el deterioro cognitivo en la edad avanzada", afirma el doctor Iain Lang, de la Facultad de Medicina Peninsula.

"La demencia es un problema creciente para los servicios de salud de todo el mundo y la gente con impedimentos cognitivos está en mayor riesgo de desarrollar demencia", agrega.
"Por eso, uno de los desafíos más importantes para los servicios de salud es identificar nuevas formas de reducir los niveles de demencia", expresa el investigador.

La vitamina D es un compuesto importante para mantener un buen estado de los huesos, para la absorción de calcio y fósforo y para ayudar al buen funcionamiento del sistema inmune.
En el ser humano, la vitamina D surge de tres fuentes principales: la exposición al sol, alimentos como pescado graso y productos que han sido fortificados con vitamina D (por ejemplo, la leche, cereales y bebidas de soya).

Difícil absorción
Sin embargo, un problema que enfrentan los ancianos es que la capacidad de su piel para absorber vitamina D de los rayos solares disminuye a medida que el cuerpo envejece.
Es por eso que esas personas deben obtener esta vitamina de otras fuentes.
El doctor Lang señala que "para la gente que vive en países donde hay inviernos oscuros y sin mucho sol -como el Reino Unido- obtener suficiente vitamina D puede ser un verdadero problema".

"En particular para la gente mayor, que absorbe menos vitamina D del sol", agrega.
Pero una forma de solucionarlo, explica el experto, podría ser ofreciendo a los adultos mayores suplementos de esta vitamina.
"Esto ya fue propuesto en el pasado como una forma de mejorar la salud ósea de los adultos mayores", expresa.

"Pero los resultados de nuestro estudio indican que estos suplementos podrían tener otros beneficios", añade.
Ahora, dice, será necesario investigar si la suplementación de vitamina D es una forma rentable y de bajo riesgo para reducir la posibilidad de la gente mayor de llegar a tener deterioro cognitivo y demencia.

Los expertos afirman, sin embargo, que hay otros factores que también pueden contribuir al riesgo de desarrollar demencia.
Por ejemplo, muchos productos que contienen vitamina D -como pescado graso, huevos y cereales- también son fuentes ricas de vitamina B12 y varios estudios en el pasado han demostrado que ésta puede proteger al cerebro.

También se conocen los beneficios del ejercicio para disminuir el riesgo de demencia.
Es por eso, afirman los expertos, que la mejor forma de disminuir el riesgo de este trastorno es mantener una dieta equilibrada, junto con ejercicio regular e interacciones sociales frecuentes.

fuente: BBC Mundo

jueves, 22 de enero de 2009

Sarampión contra cáncer de próstata

El virus de sarampión podría ser un tratamiento efectivo contra cáncer de próstata, descubren científicos.
Ciertos tipos de virus derivados de la vacuna de sarampión podrían ser un tratamiento efectivo para pacientes con cáncer de próstata en estado avanzado.
Esa es la afirmación de un nuevo estudio -publicado en la revista "The Prostate"
- llevado a cabo por investigadores en Estados Unidos.

Según los científicos, este tipo de tratamiento -llamado viroterapia- puede efectivamente infectar, replicar y matar a las células de próstata cancerosas.
El estudio, llevado a cabo con ratones, encontró que aquellos que fueron tratados con una cepa del virus de la vacuna de sarampión, llamada MV-CEA, lograron en promedio sobrevivir el doble de tiempo que los que no recibieron el tratamiento.
Además, afirman los investigadores, se observó una total regresión del tumor en 20% de los animales tratados.

"Basados en nuestros resultados preliminares y en la seguridad de los derivados de sarampión utilizados, estas cepas virales podrían representar excelentes candidatos para pruebas clínicas contra cáncer de próstata avanzado" afirma la doctora Evanthia Galanis, de la Clínica Mayo.
Tal como explica la investigadora, "las cepas oncolíticas de virus de sarampión utilizadas representan una novedosa clase de agentes terapéuticos contra el cáncer ya que no se observó una resistencia con otros tratamientos actuales".

Es por eso, agrega, que esta terapia puede combinarse con métodos convencionales de terapia contra el cáncer, como quimioterapia y radioterapia.

Viroterapia
Sabemos que los virus infectan y pueden matar, pero hace décadas los científicos descubrieron que estos microorganismos también pueden ser una poderosa arma terapéutica.
Particularmente como tratamiento contra el cáncer.
La viroterapia oncolítica fue descubierta a principios de siglo XX cuando investigadores comenzaron a observar que algunos pacientes con cáncer que contraían ciertas infecciones virales lograban curarse.

Se observó que ciertos virus, los llamados virus oncolíticos, eran capaces de infectar y replicarse selectivamente en el interior de una célula cancerosa provocando su destrucción.
En los últimos años, con el avance de la genética, ha habido un resurgimiento de la viroterapia como tratamiento dirigido contra el cáncer.

En particular contra el cáncer de próstata, ya que los tumores primarios de esta enfermedad son fácilmente accesibles y el virus puede ser aplicado directamente en el tumor por medio de inyecciones guiadas con ultrasonido.

Seguras
Tal como explican los autores, también se ha demostrado que las cepas derivadas de la vacuna de sarampión son muy seguras.
Y esto ha quedado demostrado tras 40 años de utilizarlas en millones de dosis alrededor del mundo.
El nuevo tratamiento con la cepa MV-CEA, que ya ha sido probado en pacientes con otro tipo de tumores, no ha mostrado hasta ahora efectos secundarios o de toxicidad importantes, dice el estudio.

Los investigadores planean ahora iniciar los preparativos para utilizar estas cepas de sarampión en ensayos clínicos con pacientes en estados avanzados de cáncer de próstata.
Esta enfermedad es una de las principales causas de muerte entre hombres en el mundo occidental.

La enfermedad ocurre más frecuentemente en hombres mayores de 50 años, y en muchos países, es la segunda causa de muerte por cáncer.
Este tipo de cáncer es a menudo difícil de diagnosticar ya que muchos hombres nunca muestran síntomas y por lo tanto no son sometidos a terapia.

Y aunque tanto la herencia como la dieta y la obesidad se mencionan como posibles causas, todavía se conoce muy poco sobre esta enfermedad y por lo tanto sobre los factores que pueden prevenirla.
fuente: BBC MUNDO

miércoles, 14 de enero de 2009

La radiación de los teléfonos celulares Si afecta a las células humanas

La radiación emitida por los teléfonos celulares es muy débil para romper los enlaces químicos de las células o siquiera calentar el tejido biológico, pero las ondas de radio que estos emiten pueden afectar el comportamiento de las células.

“Nuestros estudios sugieren que es posible que la radiación de la telefonía móvil altere la expresión de algunas proteínas de los seres humanos” afirma Dariusz Leszczynski, investigador de STUK, el organismo encargado de velar por la seguridad del uso de la energía nuclear y la radiación en Finlandia.

Leszczynski hizo un experimento en el cual 10 voluntarias fueron expuestas a una radiación de 900 MHz proveniente de teléfonos GSM para simular una llamada de una hora de duración. Se monitorearon 580 proteínas de la piel y se encontró que 2 proteínas fueron alteradas en todas las voluntarias: Una proteína incrementó en un 89% y la otra disminuyó en un 32% (BMC Genomics, DOI: 10.1186/1471-2164-9-77).

A pesar de que efectos similares se han observado en cultivos de células, este es el primer estudio que muestra efectos moleculares de la radiación celular en humanos. Esto no necesariamente significa que las ondas de radio tienen un efecto negativo sobre la salud, afirma Leszczynsk. “Pero esto significa que el cuerpo humano si reconoce esta radiación de baja energía y reacciona a ella”.

El rol que cumplen estas proteínas en el cuerpo humano aun se desconocen, así como también los genes que las codifican, Las proteínas fueron detectadas por peso molecular y propiedades eléctricas. Leszczynsk ahora planea empezar un estudio para identificar estas proteínas y establecer el impacto que esta alteración podría causar.

Fuente: http://www.newscientist.com

martes, 6 de enero de 2009

The science behind love

Love has no secrets from neurologists and what they have found contradicts the cynics: there is such a thing as everlasting love

Love, said Shakespeare, is “an ever-fixed mark / That looks on tempests and is never shaken”. On the contrary, wrote Swinburne, “Laurel is green for a season, and love is sweet for a day; / But love grows bitter with treason, and laurel outlives not May”. And so on . . . with infinite variations. Love is (or should be) the core of human experience, triggering every emotion from euphoria to despair as we write about it, sing about it, hope for it, worry about it and cry about its irrationality and transience. But the examination of love is no longer confined to the imagination. Where poets once conjured metaphors, scientists now probe the mental circuits that deliver its wild emotions. Love has no secrets from neurologists armed with an MRI brain scanner. What they have found contradicts the cynics: there is such a thing as everlasting love.
Researchers at Stony Brook University in New York have shown that the traditionally sorry path of sexual love - a downward spiral from lust to indifference over the space of a decade - is not an iron rule. Scanning the brains of people who have been together for 20 years, the scientists found that about one in 10 couples still display elements of “limerence”, the psychologists’ term for the obsessive behaviour of new lovers. They enjoy “intensive companionship and sexual liveliness” but without the anxieties and tensions of early love. They are generous, calm and deeply attached. The scientists call them swans (swans mate for life). This is good news for the 10%, if not for the remaining 90% gripped by marital fatigue. But Arthur Aron, leader of the researchers, says the majority can learn from the minority. One clue he has found is that the swans share experiences and avoid stress. This may be a symptom rather than a cause, but Aron, 64, and his wife are copying the swans anyway in the hope of enjoying a little limerence themselves.

If we cannot all be swans, the other good news is that Aron’s team has established a biological basis for romance. Science has long dismissed the idea of love as “culturally determined”, existing only in societies that believe in it. But Aron and co have found identical brain patterns in lovers from New York to Beijing. Unromantically, they say love is born in the brain’s reward-seeking circuitry, not the heart, but we are no worse off for that. Love matters. It is not confined to Christmas repeats of Love Actually and other daft (but really not so wide of the mark) Richard Curtis films. The absence of love from generation to generation led to the death of Baby P and other outbreaks of depravity that scarred 2008. As we face the tempests of 2009, love must remain the “ever-fixed mark” that is never shaken.

Científicos descubren que el amor verdadero existe

Una de cada diez parejas maduras analizadas resultaron tener la misma reacción química que las que estaban en la primera etapa de una relación

Créalo o no: el verdadero amor existe. Al menos esa es la conclusión a la que llegó un equipo de la Universidad Stony Brook en Nueva York luego de analizar a un pequeño grupo de parejas, las cuales respondieron con mayor e igual pasión tras veinte años de relación como el primer día.Según publicó la página electrónica del diario "Times", pese a que el amor y el deseo sexual van disminuyendo con el paso de los años, los científicos descubrieron que dicha situación no necesariamente se cumple en el 100% de los casos. Los hombres de ciencia escanearon el cerebro de varias parejas que llevaban juntas 20 años y las compararon con los resultados de parejas que habían empezado una relación, dando como resultado que una de cada diez tenían la misma reacción química que las segundas.La investigación asegura que la primera fase del amor es "como un viaje en montaña rusa" que empieza a descender a los 15 meses. Sin embargo, es posible mantener el mismo nivel de cariño hacia la otra persona con el paso de los años.
Noticia original en Times

lunes, 5 de enero de 2009

Una nueva Aventura!!!

Este 2009 lo empiezo con muchas energias. El año pasado, a propuesta de un amigo, me enrumbe en lo que hasta ese momento era desconocido para mi, el mundo de los blogs. Por falta de tiempo lo abandoné pocos meses después :( pero acabo de revivirlo hace unos días y espero no abandonarlo nuevamente ya que a través de ese pequeño espacio trato de poner mi granito de arena en el cuidado de nuestro Medio Ambiente. Te invito a visitarlo http://ecotips.emprendedores.pe/.

Quizas te preguntarás entonces por que rayos abrí este otro blog si a penas puedo con uno??? je! Bueno, en mis horas de navegación por este enorme mar de conocimiento, muchas veces me choco con noticias interesantes, quiza no muy difundidas, que no son del corte Ecológico, sino de otros ambitos del saber humano. Asi que me anime a abrir este nuevo espacio para compartir con todos ustedes esas cosillas interesantes que encuentro por alli. Bueno pues, veamos como me va XD