domingo, 19 de julio de 2009

Quimica Divertida

Una manera divertida de aprender sobre reacciones quimicas



domingo, 5 de julio de 2009

Cambié mi iPod por un Walkman

Cuando el reproductor de casetes Walkman de Sony fue lanzado, hace 30 años esta semana, empezó una revolución en la música portátil. Pero, ¿se puede comparar con los reproductores digitales de hoy en día? La BBC invitó al joven Scott Campbell, de 13 años, a que cambiara de aparatos por una semana y nos diera su opinión.


"Mi padre me había dicho que el Walkman era el iPod de sus días. Me explicó que era grande, pero no me imaginé que fuera TAN grande. Tenía el tamaño de un libro pequeño.

Cuando lo vi por primera vez, su color también me impactó. Hoy en día los aparatos vienen en una gama de colores, pero este solo tenía un tono gris opaco.

Así que, por su aspecto estético, no es el más placentero de los reproductores de música. Desde el punto de vista práctico, el Walkman es un tanto incómodo, y ciertamente no es de tamaño de bolsillo, a no ser que uno tenga bolsillos muy grandes. Trae una correa práctica atornillada al lomo para pasar por el cinturón, pero la unidad es tan pesada que le podría bajar a uno los pantalones.

Cuando llevé el aparato por la calle o yendo a los tiendas, recibí miradas extrañas de la gente, una mezcla de sorpresa y curiosidad. Mis amigos en la escuela nunca se imaginaron a sus padres usando esta monstruosa caja, aunque estuvieron interesados en saber cómo funcionaba.

Me tomó tres días darme cuenta de que la cinta tenía dos lados. Ese no fue el único error que cometí; confundí el botón de "metal/normal" del Walkman con un ecualizador para diferentes géneros de música, pero luego me percaté de que era para usar según el tipo de casete.

Otra característica del iPod con la que no cuenta el Walkman es el "shuffle" o la búsqueda rápida, con la que se seleccionan canciones al azar. Logré, sin embargo, generar mi propia versión improvisada apretando el botón de "rebobinar" y soltándolo de manera aleatoria. Efectivo, aunque un poco engorroso.

Le conté a mi papá mi gran idea, pero su advertencia al respecto resaltó la diferencia entre los reproductores portátiles de hoy, que no tienen piezas móviles, y los de antaño, con todas sus partes mecánicas. "Los Walkman devoran cintas", me dijo, así que mi "shuffle" improvisado hubiera malogrado mi cinta preferida, dejándome sin música por el resto del día.

Durante toda la semana que usé el Walkman me di cuenta de lo poco que sabía de la tecnología del pasado. Cometí una serie de errores inocentes, pero también aprendí mucho de lo que es el abuelo del reproductor MP3.

Se puede uno imaginar la emoción cuando el Walkman salió al mercado hace 30 años, teniendo en cuenta que era la pieza de tecnología más nueva en esa época.

El posible que este tipo de anticipación y emoción se haya perdido en la presente avalancha de nuevos productos que nos llega constantemente.

Personalmente, me agrada vivir en la era digital, con más opciones, más funciones y aparatos más pequeños. Me alivia saber que la mayoría de los adelantos tecnológicos sucedieron antes de que yo naciera, pues no me puedo imaginar usando equipo tan básico todos los días.

fuente: http://www.bbc.co.uk

jueves, 2 de julio de 2009

Los soñadores resuelven los problemas más rápido

Soñar despierto no es perder el tiempo. Cuando el cerebro vaga sin rumbo está trabajando incluso más duro para resolver problemas, señalan nuevos estudios.


Los científicos escanearon el cerebro de personas acostadas dentro de máquinas de resonancia magnética, mientras apretaban botones o permanecían en reposo.

Los escaneos revelaron que la "red por omisión" en las profundidades del cerebro humano se vuelve más activa mientras se sueña despierto.

Pero en un hallazgo sorprendente, el estudio también descubrió una intensa actividad en la red ejecutiva, la región del cerebro asociada con la resolución de problemas complejos, dijo la neurocientífica Kalina Christoff a la agencia de noticias AFP.

"La gente asume que cuando la mente vaga simplemente se apaga. Pero vemos lo contrario, que cuando vaga, se enciende", dijo Christoff, coautora del estudio y directora del laboratorio de neurociencia de la Universidad de British Columbia en el oeste de Canadá.

El hallazgo, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, sugiere que soñar despierto podría ser una mejor manera de resolver problemas que la concentración intensa.

"Las personas que se permiten soñar despiertas pueden no pensar de la misma manera concentrada cuando realizan una tarea orientada hacia un objetivo, pero utilizan más recursos mentales y cerebrales", dijo Christoff.

Argumentó que tal vez ahora las personas cambien su actitud hacia los soñadores.

"En general hemos asumido esa actitud de que dejar vagar la mente es algo malo. Somos duros con nosotros mismos si nos descubrimos soñando despiertos", indicó.

"Una actitud más lúdica podría permitir usar más recursos", añadió.

La gente suele pasar un tercio del período en que está despierto soñando. "Es una gran parte de nuestras vidas, pero ha sido ampliamente ignorado por la ciencia", indicó Christoff.

AFP

ENTRENAMIENTO DE CIENTIFICOS

Precisamente, la etapa del entrenamiento de científicos e ingenieros es la que nos interesa en el Ceprecyt”, afirma el cientifico Modesto Montoya. “Este comprende el aprendizaje del proceso de aprender. Se trata de hacer que los futuros científicos experimenten en la forma en la que los científicos construyen la ciencia. Asimismo, los experimentos guiados tienen por objetivo incorporar en la mente de los niños la manera científica de pensar y de ver las cosas”

Montoya, físico nuclear del IPEN fundó en el año 1992 el Centro de Preparación para la Ciencia y Tecnología con el objetivo de incentivar la vocación por la ciencia y la tecnología en la niñez a través de un Semillero de Científicos, dirigiendo a escolares en experimentos lúdicos de física, química, biología y electrónica.

Para comprender el propósito de los cursos taller de ciencias del CEPRECYT vamos a transportarnos imaginariamente a la primera clase, que tiene por tema el imán y sus polos.

El profesor entrega a cada niño un imán de barra y un hilo, sugiriéndoles que hagan lo mismo que él. Con el hilo, el profesor amarra el imán por la mitad, de modo que, colgándolo, éste se ponga horizontal. Se espera hasta que el imán de cada niño esté en reposo.

Una vez que los imanes están en reposo, el profesor pregunta si hay algo especial y común entre los imanes. La respuesta se hace esperar. Algunos dicen que todos los imanes son negros, otros que están colgados, y no faltan quienes se refieren a la posición horizontal de todos los imanes. En otras palabras. muchos hacen observaciones poco trascendentes.

De pronto, surge un niño que da la respuesta que comienza a interesarnos. !Todos están alineados!

Ante el entusiasmo provocado por una observación interesante, el profesor pide a los niños desplazarse hacia otro lado de la pizarra y se ve que los imanes, siempre alineados. Llevan los imanes al patio y éstos siguen todos alineados y en dirección paralela a las anteriores.

Como para ayudar un poco a los alumnos, el profesor pregunta qué ciudades se encuentran en la dirección en la señala uno de los extremos de cada imán. Los alumnos, después de pensar un poco, responden Trujillo, Tumbes, ...

¿A donde llegaríamos si siguiéramos la dirección del imán? Allá donde están los osos blancos, afirma un niño. !El polo Norte...! Claro, el polo Norte. Con una cinta adhesiva se marca el extremo del imán que señala al polo Norte, al que llamamos polo norte magnético.

Luego, el profesor sugiere a los alumnos que se pongan en parejas y traten de juntar sus imanes. Los niños se divierten tratando de hacerlo. Uno de ellos dice, a viva voz, que los polos con la cinta adhesiva se rechazan. Otro señala que un polo con cinta adhesiva atrae al que no tiene cinta. En otras palabras, los niños han descubierto por sí mismos que los polos iguales se repelen y que los polos opuestos se atraen.

Como vemos, el profesor se ha limitado a conducir a los niños por caminos donde hay cosas de valor, pero ellos mismos tuvieron que ver esas cosas. De esa manera, con ayuda de los siguientes experimentos, los niños comenzarán poco a poco a aprender a experimentar y a observar.

Los talleres de ciencia y electrónica son dictados por cientificos e ingenieros todos los sabados en dos horarios: de 9 a 11am y de 11 a 1pm y estan dirigidos para niños entre 7 y 12 años. Para mayor información: vcollin@ceprecyt.org , 4475713.