miércoles, 16 de mayo de 2012

Si el café huele tan bien, ¿por qué hace que te huela tan mal la boca?

Entras en una cafetería, y el aroma a café es tan entrañable que dan ganas de ponerse a leer o de platicar sobre filosofía con el primero que se ponga a tiro. Incluso ya comercializan ambientadores con olor a café tostado. Sin embargo, nadie siente lo mismo después de meter las narices en la boca de un bebedor de café.
La explicación está en que el café transforma la boca en el caldo de cultivo idóneo para las bacterias. El café reseca la boca, y con menos saliva para mantener a raya las bacterias, éstas se reproducen. Como subproductos metabólicos, estas bacterias emiten áciden sulfhídrico, que es la principal causa de la halitosis.
Una manera de evitar esto es enjaguar la boca con agua tras haber tomado café. Comer una manzana o un poco de apio también da resultado. En definitiva, cualquier alimento crudo que contenga mucho agua.

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