sábado, 28 de enero de 2012

¿Con qué método enseño el método?

Una estrategia didáctica para el aprendizaje del método científico en el aula

Pedro Antonio Rosales Jaillet. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica
Siempre es difícil enseñar el método científico; esta situación quizá sea debido a que a menudo explicar cada etapa resulta complejo, porque los ejemplos que utilizamos como profesores en general abordan problemas que al alumno no le resultan de interés o bien desde su perspectiva no son problemas científicos que necesiten una respuesta.
También se olvida como profesor el desarrollo cognitivo del alumno al momento de enseñar el método científico, y es que en este sentido hay que considerar las habilidades de pensamiento que se han desarrollado y con base en ello poder adecuar la enseñanza del método a la edad de los alumnos.

Y otro punto importante, el tener alumnos brillantes no siempre garantiza que comprendan como se aplica el método científico, porque lo que importa es como se aborda el método, más que la comprensión de cada etapa “per se”. Así entonces, enseñar este tema que es la base de todo el conocimiento científico representa un reto, más para el profesor, que para los alumnos.

En la búsqueda de tratar este desafío con la didáctica mejor posible, en el colegio Federico Froebel de la ciudad de Oaxaca, México, se abordó el tema del método científico con alumnos de quinto semestre de preparatoria (17 años) utilizando el artículo de “La Hembra tenia mano en la prehistoria” (referencia 7ACH23), publicado la página de la Comunidad de Educadores Iberoamericanos para la Cultura Científica.
Este artículo sirvió de base para establecer los antecedentes de un problema a resolver, además se utilizó está información para enseñar bioestadística lo que permitió abarcar otros temas buscando la transversalidad de la enseñanza.

Al grupo le resultó interesante el dato sobre que quizá las huellas de manos en pinturas rupestres podrían ser más del género femenino que del masculino. Esto desató el debate de si el investigador que propuso esta hipótesis estaría en lo cierto o no. Así entonces la propuesta del grupo fue que se hiciera un experimento para mostrar si es cierto que hay diferencias significativas para la longitud de las manos entre ambos géneros.

Los alumnos organizados por equipos decidieron realizar un trabajo de campo y diseñaron métodos de recolección de datos independientes entre sí, buscando comprobar o rechazar la hipótesis planteada acerca de si es posible identificar el género de un humano utilizando las huellas de sus manos.

Resultados graficados de las longitudes de las manos en hombres

El resultado del experimento fue todo un éxito en la enseñanza del método científico porque en primer lugar, todas y cada una de las etapas del método se aprendieron de forma vivencial, y en segundo lugar porque cada equipo tuvo que completar cada etapa para poder resolver la hipótesis planteada. Y la mejor parte fue que todos los equipos llegaron a la misma conclusión usando diferentes diseños experimentales.

Algunos alumnos comentaron “no es posible llegar a resolver la duda de las manos sin completar todo el método, porque tener las longitudes (de las manos) no sirve de nada si no comparamos con un método estandarizado”, “es útil esto del método científico porque la verdad así es como a veces llegamos a conclusiones de problemas de la vida diaria, como por ejemplo saber si una medicina funciona o no”, estos son las reflexiones de David y Jessica, integrantes de equipos de trabajo distintos.

La ventaja didáctica de utilizar la noticia como punto de arranque para un tema de investigación recae en que los alumnos constantemente leen o escuchan cosas en la televisión, revistas o internet y en ocasiones asumen que porque alguien lo escribe y se publicó solo por eso debe estar probado o ser cierto.

Olvidan que se debe ser crítico y que aunque no van a estar haciendo experimentos para probar su hipótesis, sí pueden ampliar su búsqueda y si saben en que la ciencia se basa en el método científico entonces son capaces de poner a prueba lo que parezca ser resultado de investigaciones que en ocasiones son inexistentes o son pseudociencia.
Al aplicar esta metodología de enseñanza se logró abarcar aspectos de educación formativa porque los alumnos debían trabajar en equipos, mostrar actitudes de respeto, tolerancia, apertura a otras opiniones, comunicación, indagación, integridad entre otros combinados con el desarrollo de la ética ya que los datos obtenidos se debían compartir para que los demás observaran de donde provenían sus conclusiones.

La experiencia fue gratificante más allá de solo conseguir que se comprendiera el tema del método científico, porque lo que deja un buen sabor de boca es comprobar que todo humano es crítico por naturaleza y que los alumnos de esta clase entienden que la ciencia es resultado de esta naturaleza crítica y que al estimularla logramos que cada persona alcance un nivel de cultura científica que a futuro vuelve mejor persona a quien lo practica y ello produce mejores sociedades humanas.

Ahora bien cabe mencionar que después de esta actividad los alumnos del colegio Federico Froebel deben presentar como parte de su evaluación un trabajo de investigación científica para este semestre, y es un gusto saber que hay unos trabajos interesantes, basados en problemas reales y se puede decir que fue gracias a la estrategia didáctica del uso del artículo cómo se logró que haya un nivel de investigación superior en los trabajos.

Como ejemplo de ello la propuesta de la alumna Suhail que quiere probar si la terapia de la risa funciona para disminuir el estrés, según lo que ella leyó sobre que reír aunque sea de forma simulada ayuda a evitar la tensión.

Así entonces está aplicando ahora unas encuestas para medir la ansiedad y ya tiene los voluntarios para probar el método de la risa. Ahora esperaremos sus conclusiones y lo que es mejor es que como profesores no queremos tanto saber si la terapia es falsa o no (si es importante por supuesto desde la perspectiva científica), si no saber si Suhail está aplicando el método científico a su vida diaria y si ello al final le servirá para ser mejor persona.

Esperemos pronto noticias de sus conclusiones porque quizá la terapia de la risa funcione y eso si es de interés como científicos, o bueno de interés como personas que queremos evitar el estrés.

Imagen de uno de los métodos propuestos para probar la hipótesis del problema

Nota: Este artículo ha sido desarrollado por un miembro de la Comunidad de Educadores para la Cultura Científica, http://www.oei.es/

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