domingo, 15 de enero de 2012

El niño que le quitó la sed a medio millón de africanos

Ryan nació en Canadá en mayo del 91, es decir que este 2012 cumplirá 21 años. Un día del inolvidable invierno de 1998, en Kemptville (Ontario) localidad natal de Ryan, la profesora del Colegio St. Michael, Mrs Nancy Prest estaba dando una pequeña charla a su clase de primer grado sobre las condiciones y salubridad de los estudiantes de su misma edad que vivían en África. Preguntó a sus alumnos si sabían cual era la primera causa de muerte entre sus homónimos los africanos. Todos los niños convencidos de que era la escasez de alimentos se sorprendieron al saber que es la mala calidad del agua que beben lo que diezma las aulas de sus ‘antípodos‘. Ryan se conmovió profundamente al saber que algunos hasta mueren de sed, que no hay pozos de dónde sacar agua, pensar que a él le bastaba dar unos pasos para que el agua saliera del grifo durante horas…

Ryan preguntó cuánto costaría llevarles agua. La maestra lo pensó un poco y recordó una organización llamada WaterCan dedicada al tema y le dijo que costaba 70 dólares por una bomba extractora. Cuando llegó a su casa fue directo a su madre Susan y le dijo que necesitaba 70 dólares para comprar un pozo para los niños africanos. Su madre le dijo que debía ganárselos él mismo y le fue poniendo tareas en casa con las que Ryan se ganaba algunos dólares a la semana. Finalmente reunió los 70 dólares y pidió a su madre que lo acompañara a la sede de WaterCan para comprar su pozo para los niños de África. Cuando lo atendieron le dijeron que lo que costaba realmente la perforación de un pozo eran 2000 dólares. Susan, madre de una familia de clase media-baja con recursos económicos limitados, le dejó claro que ella no podía darle 2000 dólares por más que limpiara cristales para toda la vida, pero Ryan no se rindió. Le prometió a aquel hombre que volvería… y lo hizo.

Contagiados por su entusiasmo, todos se pusieron a trabajar : sus hermanos, vecinos y amigos. Entre todo el vecindario lograron reunir 2000 dólares trabajando y haciendo mandados y Ryan volvió triunfal a WaterCan para pedir su pozo.

En enero del 99 se perforó un pozo en Angolo, un pueblo al norte de Uganda. A partir de ahí empieza la leyenda. Ryan no ha parado de recaudar fondos y viajar por medio globo buscando apoyo. Cuando el pozo de Angolo estuvo hecho, el colegio comenzó un carteo con niños del colegio que estaba al lado del pozo, en África. Así Ryan conoció a Jimmy Akana; un chico que había escapado de las garras de los ejércitos de niños y que luchaba por estudiar cada día. Ryan se sintió cautivado por su nuevo amigo y pidió a sus padres ir a verle. Con un gran esfuerzo económico por su parte, los padres pagaron un viaje a Uganda y Ryan en el 2000 llegó al pueblo donde se había perforado su pozo. Cientos de niños de los alrededores coreaban su nombre formando un pasillo.
- ¿Saben mi nombre? -preguntó Ryan a su guía
- Todo el mundo a 100 kilómetros a la redonda lo sabe, le respondió.


El primer pozo de Ryan en Uganda

Ryan y Jimmy en el 2000

En el 2003, Jimmy fue secuestrado por un grupo de rebeldes que buscaban derrocar al  gobierno de Uganda, conocidos como Ejercito de Resistencia del Señor (LRA por sus siglas en inglés), pero éste logró escapar. Ryan y su familia hicieron el papeleo necesario y hoy Jimmy vive en Canadá como un miembro más de la familia de Ryan. 

A día de hoy Ryan –con 20 años- tiene su propia fundación y lleva logrados más de 400 pozos en África. Recoge donaciones de todo el mundo y estudia Desarrollo internacional y ciencias políticas. Jimmy cursa el último año de la universidad y es también un voluntario y activo trabajador de la fundación. Juntos se encargan también de proporcionar educación y de enseñar a los nativos a cuidar de los pozos y del agua. Se han empeñado en acabar con la sed en África.
Ryan y Jimmy en la actualidad

Para saber más de esta inspiradora historia o colaborar con la fundación visita su web:

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